Impacto del cambio climático en la construcción
- Emanuel Vega
- 15 oct 2024
- 4 Min. de lectura

El cambio climático está ejerciendo un impacto profundo en la industria de la construcción, transformando las prácticas, los materiales y el enfoque de diseño. La creciente frecuencia de eventos climáticos extremos, como tormentas, inundaciones, olas de calor y sequías, junto con el aumento del nivel del mar, están forzando a arquitectos, ingenieros y urbanistas a reconsiderar cómo se diseñan y construyen los edificios y la infraestructura. A continuación, exploramos algunos de los principales efectos del cambio climático en la construcción y analizamos casos de estudio que demuestran cómo se están implementando soluciones innovadoras.
1. Selección de materiales más sostenibles

El uso de materiales de construcción tradicionales, como el concreto, el acero y el ladrillo, tiene una alta huella de carbono debido a la energía necesaria para producirlos y transportarlos. Frente al cambio climático, la industria está migrando hacia el uso de materiales sostenibles que tienen un menor impacto ambiental y mayor capacidad de resistencia ante condiciones adversas. Algunos ejemplos incluyen:
Madera certificada: La madera proveniente de fuentes sostenibles captura carbono y es renovable, lo que la convierte en una opción preferida frente a materiales más intensivos en emisiones.
Hormigón ecológico: Nuevas mezclas de hormigón con materiales reciclados o que utilizan menos cemento están emergiendo como alternativas más ecológicas, reduciendo significativamente las emisiones de CO₂.
Materiales reciclados: El uso de componentes reciclados, como acero, vidrio y plásticos, ayuda a reducir los desechos y el uso de recursos vírgenes, además de disminuir el impacto ambiental de la construcción.
Un ejemplo destacado es el uso de madera laminada cruzada (CLT) en edificios de gran altura. Esta tecnología ha permitido que se construyan rascacielos de madera, que no solo son más sostenibles, sino que también son resistentes a terremotos y otros fenómenos naturales.
2. Diseño de edificaciones resilientes

Ante el aumento de desastres naturales relacionados con el cambio climático, la resiliencia se ha convertido en una prioridad en el diseño de edificios e infraestructura. Los proyectos de construcción deben anticipar riesgos como inundaciones, tormentas y cambios en las temperaturas, y adaptarse para minimizar los daños y proteger a las comunidades.
Las estrategias para mejorar la resiliencia incluyen:
Diseño para inundaciones: En regiones propensas a inundaciones, los edificios están siendo diseñados con sistemas de drenaje avanzados, pisos elevados y materiales impermeables que pueden resistir los daños por agua.
Protección contra huracanes y vientos: En áreas costeras, los edificios se construyen con refuerzos estructurales para resistir vientos huracanados y oleajes altos. Se utilizan ventanas de impacto, techos más robustos y técnicas de construcción que evitan que las edificaciones colapsen.
Adaptación al calor extremo: En áreas afectadas por olas de calor, los diseñadores están priorizando el aislamiento térmico, los sistemas de refrigeración pasiva (como la ventilación cruzada) y el uso de colores claros en los exteriores para reducir la absorción de calor.
3. Eficiencia energética y diseño pasivo

El cambio climático también está impulsando un aumento en la demanda de edificios energéticamente eficientes. Los códigos de construcción en muchos países han endurecido los requisitos para mejorar la eficiencia energética, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los edificios de energía neta cero (NZEB) son un claro ejemplo de esta tendencia. Estos edificios producen tanta energía como la que consumen, a menudo mediante el uso de fuentes renovables como paneles solares y sistemas de energía geotérmica. Además, utilizan diseños pasivos para reducir la necesidad de calefacción y refrigeración, como la orientación estratégica de las ventanas para aprovechar la luz natural, el aislamiento avanzado y la ventilación natural.
4. Urbanismo resiliente y planificación inteligente

A nivel macro, la planificación urbana está evolucionando para enfrentar los desafíos del cambio climático. Las ciudades están adoptando planes de adaptación y mitigación que incluyen una combinación de infraestructura verde, movilidad sostenible y medidas para reducir la vulnerabilidad de los asentamientos.
Infraestructura verde: La incorporación de parques, techos verdes y jardines verticales en los entornos urbanos no solo mejora la estética, sino que también ayuda a absorber el exceso de agua de lluvia y reducir el efecto de isla de calor urbano.
Movilidad sostenible: Con el aumento del transporte eléctrico y la infraestructura ciclista, las ciudades están reduciendo su dependencia de los vehículos de combustibles fósiles, disminuyendo las emisiones de CO₂ y creando entornos urbanos más habitables.
Zonificación climática: Las ciudades están utilizando técnicas de zonificación para regular dónde y cómo se construye. Por ejemplo, en áreas propensas a inundaciones, se está restringiendo la construcción de nuevas viviendas y promoviendo el uso de espacios abiertos que actúan como áreas de mitigación.
Conclusión:
El cambio climático ha transformado la industria de la construcción, exigiendo un enfoque más sostenible y resiliente. Desde la selección de materiales más ecológicos hasta el diseño de edificios capaces de soportar fenómenos climáticos extremos, la innovación en construcción es fundamental para mitigar los efectos del cambio climático y proteger tanto a las personas como al medio ambiente. Los casos de estudio en todo el mundo demuestran que es posible construir ciudades más resilientes y sostenibles, y la adopción de estas prácticas será clave en el futuro de la construcción.